Se
puede decir que en esto de la pesca yo empecé la casa por el tejado:
empecé ganando antes de saber pescar. Generalmente la pesca es una de
esas aficiones que las mujeres
heredan o bien del padre o bien del marido. En mi caso ni mi padre ni
mi marido pescaban. Yo empecé por un tropezón del destino que me hizo
partirme una pierna con su consiguiente operación y la prohibición del
médico de hacer deporte durante un año. Yo, que
jugaba al padel dos o tres veces por semana, tuve que dejar de hacerlo.
Me estaba alobando en casa. Tras varios meses de reposo y
rehabilitación, cuando por fin me dejaron apoyar la pierna, me fui una
tarde a la Barqueta con mis muletas y un amiguete que
puso una inglesa en mis manos y saqué mi primer barbo. La experiencia
me encantó. Fue el 1 de Noviembre de 2008.
En
el momento en que tuve mi primera inglesa empecé a ir a pescar a la
Barqueta siempre que tenía ocasión. Raro era el día en que se me daba
mal. Le tenía cogido el punto
a los barbos y me lo pasaba genial.
Me
apunté en Septiembre del año siguiente a mi primer campeonato
provincial que se celebraba en Barqueta. Para que os hagáis una idea, me
presenté sin saber las normas,
como se hacían los pesajes, vamos, de novata total. Y ya, cuando vi el
material que empezaron a sacar el resto de participantes me dije
“¿dónde te has metido Marga?” Yo que iba con mi inglesita del
Decathlon, una enchufable prestada que monté por montar
porque no sabía utilizarla, mis barreños del chino…parecía la hermanita
pobre. Pero las cosas de la vida, gané y por goleada. No me lo podía
creer. Al fin de semana siguiente, en el Campeonato Regional, quedé
subcampeona de Andalucía y me clasifiqué para
el Campeonato de España. Todo eso sin saber pescar. Ya por aquel tiempo
empecé a tener relación con los compañeros del Club de Pesca Alcosa,
porque aunque al principio había entrado en otro Club, en este no
encontré mi sitio, así que en Diciembre me borré
y me hice socia oficial del de mi barrio. Recuerdo un jueves a finales
de año tomando cervecitas que David comentó “el año que viene ésta nos
lo va a poner difícil”. Aquello me pareció fuera de lugar porque era muy
consciente de que no sabía pescar. Lo conseguido
en la Barqueta había sido el resultado de muchas horas pescando allí,
pero sabía que sacándome de ese pesquero y la técnica que utilizaba
estaba perdida. Empecé a ir a los concursos del club y de pachanguita
con ellos. La verdad es que no se me daba mal,
pero os aseguro que no era por mis conocimientos. Sería por suerte, por
instinto…no lo se, pero la verdad es que quitando el primer concurso
del club que hice bolo, precisamente en Barqueta, en los siguientes
quedaba siempre segunda por encima de pescadores
más experimentados que yo. Y así, poco a poco se fue acercando la fecha
del campeonato de España. Pero antes fui al provincial de ese año que
se celebraba en Villaverde. Tuve que pescar alburnos, que sólo los había
pescado un par de veces antes y como podréis
imaginar fue un fracaso y no pude revalidar el título. Sin embargo lo
que me preocupaba era el campeonato de España porque, aunque había
aprendido algunas cosillas, en el fondo seguía en pañales. Madre mía,
con lo que me puede a mi la presión, saber que iba
a formar parte de un equipo compuesto por la medalla de oro y la
medalla de bronce del mundo. Ser consciente de que tus resultados en un
campeonato así pueden influir negativamente en el resto del equipo.
¡Pero si es que además mi material daba risa! Pensé
más de una y más de dos veces en no presentarme, y casi estuve a punto
de hacerlo. Era a todas luces la pata más coja de todo el equipo de
Andalucía, el Nacional me venía grande. Recuerdo una noche a mi
compañero Verdugo decirme que no me preocupara, que me
lo tomara como una experiencia y que aprendiera todo lo posible. Le
hice caso y en a primeros de Junio de 2010 fui a Don Benito (Badajoz) a
mi primer Nacional. Fui sola, con un complejo de inferioridad tremendo y
muerta de miedo. Empezamos la semana de entrenamientos
y no sentía que la cosa funcionara. Sin embargo ocurrió algo que marcó
el punto de inflexión para mi en la pesca. El jueves llegó el capitán
del equipo, Bonilla. Lo primero que pensé fue que no me iba a hacer ni
caso teniendo pescadoras en el equipo más capacitadas
y experimentadas, pero me equivoqué. Su planteamiento fue el contrario.
En seguida se dio cuenta de que era yo la que más ayuda necesitaba, y
si quería que yo pudiera aportar algo al equipo tendría que echarme una
mano. La noche después de la primera manga,
analizando los resultados, Bonilla me hizo un ofrecimiento que no pude
rechazar. Si yo quería él se comprometía a prepararme para entrar en
Alta Competición si tras el campeonato no lo conseguía. Sólo puso una
condición “yo digo y tú obedeces”. El resultado
en el Campeonato de España fue mucho más allá de mis expectativas. Yo
que me conformaba con no quedar de las últimas, no sólo no lo hice,
quedé en el puesto 17, a tan sólo dos de meterme en Alta Competición y
colgándome con el resto del equipo la medalla
de oro como campeonas de España. Así que me fui de Badajoz con una gran
experiencia, una medalla de oro y un entrenador.
Desde entonces hasta ahora he dado un paso brutal en mi desarrollo como
pescadora. Vamos a entrenar casi todos los fines de semana, practico en
distintos escenarios,
en distintas disciplinas. Mi evolución no sólo la noto yo, mis
compañeros del club también. Ahora es cuando por fin siento que, aun
estando dentro de un largo proceso de aprendizaje, empiezo a entender la
pesca. Soy capaz de montar mi material de la forma
adecuada, no como Dios me dio a entender. Analizo los pesqueros a los
que voy e intento sacar el mayor partido a cada jornada de pesca.
Escucho cada una de las lecciones que me da Bonilla, las interiorizo,
obedezco y las pongo en práctica. Bonilla no es el
mejor pescador del mundo, pero sabe lo que se hace y todo lo comparte
conmigo. Como mis compañeros me dicen y yo misma se, tengo la gran
suerte de estar aleccionada por un gran pescador, mejor persona y ya,
gran amigo. Los resultados a nivel competitivo han
sido mucho mejor de lo esperable durante estos 6 meses entrenamiento. A
veces se tuercen las cosas y doy un batacazo, pero no pasa nada, lo
importante es levantarse y seguir luchando. Gane o pierda un concurso
disfruto analizando con mi entrenador todos los
aspectos de la competición, lo que he hecho mal, bien, qué han hecho
los demás mejor o peor que yo, como puede influir el medio para obtener
uno u otro resultado…..La pesca es un mundo y me encanta ir
desgranándolo con alguien como Bonilla, del que aprendo
a cada momento.
Para este año tengo muchas competiciones en el calendario, pero el reto
es en Junio. Voy a ir nuevamente al campeonato de España que se celebra
en Arcos. El
objetivo es entrar en Alta Competición, que es la división donde se
encuentran las mejores pescadoras de España que son las que optan a ir
al mundial. No se si lo conseguiré, pero voy a trabajar mucho para
conseguirlo. Se que cuento con el cariño y apoyo de
todo un Club de Pesca, de mi familia y de mi entrenador. Si lo consigo
tendré que dedicárselo a todos ellos. Que sepáis que, como dicen los
toreros, todo mi trabajo “VA POR USTEDES”.
Hola que tal,
ResponderEliminarMe encanta tu historia me podrias dar algunos consejos para pescar a la inglesa en la barqueta?, precisamente tengo un concurso el domingo en ese lugar, nunca he estado allí y no se como se me dara, pero me encantaria que me aconsejaras con algunos truquillos para la zona.
Aprovecho para darte la enorabuena por tu blog y darte mucho animos para que sigas siendo una campeona como ya has demostraso de sobra.
Un saludo
perico34@hotmail.com